Aunque ya va haciendo calor, los platos de cuchara no deben faltar. Este plato lo tomamos a menudo en invierno pero también en este tiempo. Es un guiso sabroso y sencillo, mucho más rico reposado y cocinado de un día para otro.
-Patatas (una grande o dos pequeñas por persona)
-Dos calamares medianos (pueden sustituirse por jibia o por sepia)
-Dos dientes de ajo
-Dos cebollas
-Una cucharada de concentrado de tomate (o dos tomates rallados)
-Un poco de Pimentón de la Vera
-Caldo de pescado o agua
-Sal
-Aceite de oliva vírgen extra
Primero se pican en juliana las cebollas y los ajos en rodajas finas. Se pochan en una cazuela baja tapada, con un poco de aceite y sal. Cuando ya estén bien blandos, se añade el concentrado de tomate y el pimentón y se dan unas vueltas.
Mientras tanto, se limpian los calamares y se trocean en cuadraditos o en rodajas. Yo prefiero la primera opción. También se pelan, lavan y pican las patatas, cascándolas en trozos.
Cuando el sofrito está listo, se añaden los calamares y se rehogan un poco. Luego se ponen las patatas y se añade caldo de pescado, si se tiene, hasta el nivel de las patatas, más o menos. Si no, con agua queda igualmente sabroso el guiso. Se pone un poco de sal y se tapa para que cueza todo en lento hasta que la patata y el calamar estén blandos. Si se quedara muy seco, se añadiría un poco más de caldo o agua durante la cocción.
Se pueden tomar al momento, pero el guiso está mejor de un día para otro.
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