Este es uno de los platos más conocidos de la cocina tailandesa. Y como a nosotros nos gusta mucho, he intentado hacerlo en casa, adaptando un poco los ingredientes. No he puesto rábano en conserva ni salsa de tamarindo. Me he ceñido a ingredientes más habituales en casa. Y sí nos ha gustado el resultado.
-200 g de noodles
-100 g de tofu duro
-Media pechuga de pollo
-2 cebolletas
-2 cucharadas de salsa de soja
-2 cucharadas de salsa de pescado (de venta en supermercados orientales)
-Una cucharada de azúcar moreno
-Una cucharada de azúcar blanco
-Una cucharadita de salsa sriracha
-2 huevos
-Un puñado de cacahuetes tostados y picados
-Una lima
-Sal y pimienta
-Aceite de oliva vírgen extra
En un wok o sartén amplia, se pone un poco de aceite y se dora el tofu cortado en trocitos. Luego se añade el pollo salpimentado, cortado en tiras pequeñas y se dora también.
A continuación, se ponen las cebolletas picadas en trozos, incluída la parte verde. Saltear unos minutos.
Mientras tanto, se cocinan los noodles según instrucciones del fabricante. Se escurren y se reservan.
Cuando la cebolleta está un poco cocinada, se añade la salsa de soja, la salsa de pescado. los azúcares y la salsa sriracha. Se dan unas vueltas y se vierten los noodles en la sartén, removiendo para que se impregnen bien.
En un lateral de la sartén se pone un poco de aceite y se cascan los huevos. Se cocinan un poco y se revuelven con el resto.
Para terminar, se añade el zumo de media lima y unos cacahuetes picados.
Se sirve con otro trozo de lima y más cacahuetes por encima.
Aunque su apellido sea "tristeza", su música es todo lo contrario:
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