Estas trufas o bombones de morcilla son un bocado diferente, mezcla de dulce y salado, ideales para un aperitivo o una cena informal. Son muy sencillas de hacer. La idea, como muchas otras de las que suelo cocinar, es del blog gastronomia y cia.
Ingredientes (para unas 25 trufas):
-Morcilla de arroz (tres cuartas partes de una morcilla, más o menos)
-Queso de untar, tipo philadelphia
-Dos cucharadas de miel
-Almendra en cubitos
Se extrae la morcilla de su piel y se saltea en una sartén con una gota de aceite. Cuando esté hecha, se deja templar.
Se mezcla la morcilla poco a poco con el queso. Yo añado tres cuartas partes de una tarrina de queso o incluso un poco más. Luego se añaden las dos cucharadas de miel y se remueve bien todo. Esta mezcla se deja en el frigo unas cuantas horas, mejor de un día para otro para que tenga la consistencia suficiente a la hora de hacer las bolitas.
Por otro lado, se tuestan las almendras en una sartén sin aceite, moviendo continuamente para que no se quemen. Yo suelo tostar una bolsita entera de la marca Hacendado, aunque sobran. Aguantan bien ya tostadas y pueden utilizarse para otra preparación. Se les añade un poco de sal y se reservan.
Cuando la mezcla de morcilla y queso ya ha endurecido, se forman bolitas más pequeñas que una nuez. Justo un momento antes de servirlas se van pasando por la almendra tostada. Si se hace antes, la almendra pierde un poco el crujiente. Y ya están listas para disfrutarse.
Prometo hacerlas
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