Aunque parezcan patatas fritas, no lo son. Estas berenjenas son una alternativa muy rica y aunque tengan unas cuantas calorías, alguna vez nos podemos permitir un capricho.
Pueden tomarse para un aperitivo o para completar una cena. La miel les da un toque buenísimo. Es una receta de clara herencia árabe.
Ingredientes:
-Una berenjena grande
-Harina
-Cerveza
-Sal
-Aceite de oliva o de girasol
-Miel de caña (o miel de flores en su defecto)
En primer lugar, se pela la berenjena y se corta en bastones. Se pone en un bol o cuenco amplio y se añade la cerveza. Se deja una media hora.
Luego se escurre bien y se seca un poco con papel de cocina. Se prepara harina para pasar la berenjena sin que se forme una capa gruesa. Puede hacerse en una bolsa de congelar y sacudiendo luego bien la berenjena para que no coja más harina de la necesaria.
Se pone bastante aceite en una sartén o cazo. Yo lo hago en un cazo y frío las berenjenas en tandas pequeñas, con el aceite bien caliente. Se doran bastante rápido así que hay que tener cuidado. Se sacan sobre papel absorvente y se salan un poco.
Para servirlas, se riegan con un chorrito de miel al gusto.
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