lunes, 14 de septiembre de 2015

El Campero y el susurro de los atunes


Una de las mejores experiencias de estas vacaciones ha sido sin duda el paso por el Restaurante El Campero, en Barbate. Teníamos muchísimas ganas de ir y todas las expectativas se han cumplido. Eso sí, sólo comimos atún que era el motivo principal de nuestra visita. 



El Restaurante tiene las opciones de comer en terraza, comer de tapas en una zona más informal o comer en el comedor, cada una de ellas con su propia carta. Nosotros elegimos el comedor. El servicio fue impecable y la comida aún mejor.

El aperitivo nos sorprendió mucho: Corazón de atún aliñado, en taquitos. Muy rico. No hice foto.

Pedimos un par de platos para compartir en el centro. El primero fue un Ceviche de lomo blanco, con unos trozitos de mango y aire de cilantro. Para mí uno de los mejores platos de la comida. Delicioso y refrescante.



El otro plato que compartimos fueron Callos de atún con morcilla de su corazón. Era un plato de garbanzos con callos en toda regla. Sabrosísimo. La foto la hice después de haberlos probado, por eso está un poco manchado el borde del plato.




Después pedimos un plato de atún para cada uno. Todos ellos nos gustaron mucho.

Tartar de cola blanca, plato frío muy rico, pero un poco menos sorprendente que el ceviche.




Parpatana con salsa de verduras, cous cous y salmorejo de hierbabuena. La parpatana es una parte de la cabeza del atún, como el mormo y el contramormo, y por ello es más grasa. Pero la salsa de verduras y el cous cous le aportaban un buen contrapunto.




Barriga con salsa de Pedro Ximénez. Muy rico también. La reducción del PX le daba a la ventresca un toque perfecto.




Los postres no llevaban atún pero no nos hubiera importado. Tomamos un bizcocho templado de chocolate, helado de mandarina y regaliz y vodka al chocolate de Pancracio. Un buen final para una comida deliciosa a un precio bastante ajustado.









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