Estos huevos rellenos fueron uno de los platos que tomamos en la cena de ayer. Llama la atención su aspecto, de un bonito color negro. La receta circula por varios blogs de cocina, como Directo al paladar
Pueden tomarse con cualquier otro relleno, pero este falso paté de txangurro o centollo que vi en Webos fritos les va muy bien.
Ingredientes:
-1 o 2 huevos por persona, dependiendo de si se trata de un aperitivo o de un plato más contundente.
-Vinagre balsámico de Módena
-Una lata de mejillones al natural
-Una lata de anchoas
-Unos palitos de surimi
-Un trocito de cebolleta
-Un chorrito de vino blanco
-Una cucharada de mayonesa
-Unos cereales tipo corn flakes
-Perejil o cebollino
Para que los huevos tomen ese bonito color negro, hay que sumergirlos una vez cocidos durante unas 8-12 horas en vinagre de Módena. Así que tenemos que prepararlos el día antes o con suficiente antelación.
Ponemos a cocer los huevos en agua y los dejamos unos 10 minutos. Cuando estén cocidos, los ponemos bajo el grifo de agua fría y los pelamos enseguida para que la cáscara salga bien, incluida la telilla que los recubre. Si se quita algún trozo de la clara no quedarán teñidos por igual.
Una vez pelados, los sumergimos en vinagre de módena intentando que queden bien cubiertos. Los mantenemos así dando vueltas de vez en cuando para que se tiñan igual por todas partes. Una vez transcurridas las horas suficientes, los escurrimos y secamos. Quedarán con un ligero sabor ácido por el vinagre.
Para preparar el falso txangurro, pondremos en el vaso de la batidora los mejillones y las anchoas escurridos. Añadimos unos cuantos palitos de surimi, dejando un par de ellos reservados. Ponemos también la cebolleta y el vino blanco. Yo he añadido las yemas de los huevos, aunque este paté no suele llevarlas. Trituramos todo sin que quede demasiado puré. Luego picamos a cuchillo un par de palitos de surimi y los añadimos.
Para rellenar los huevos, podemos cortarlos en dos mitades, sacar las yemas y rellenar como se ha hecho siempre, o cortar la parte superior y vaciar con una cucharilla para que el huevo quede en vertical. A mí me parece más vistosa esta segunda forma. Para sostener el huevo en vertical, cortamos también una fina capa de la parte inferior.
Rellenamos cada huevo con el txangurro. Trituramos unos cereales y los ponemos por encima para darle un toque crujiente. Esto siempre en el último momento, para que no se ablanden.
Espolvoreamos con un poco de cebollino o perejil picado y están listos.
Otro grupo fantástico que está empezando, aunque tienen mucha experiencia a sus espaldas. Seguro que llegarán lejos. El parecido con Los enemigos es increíble.
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