La idea de esta receta es de El Comidista, aunque ellos no le ponen pavo. Yo he preferido que tuviera algo más de consistencia el relleno, aunque si se prefiere hacer una receta vegetariana, se puede prescindir de él.
El toque de gorgonzola en la bechamel le da un sabor muy rico a queso. Puede utilizarse esta bechamel para otros platos, incluso para hacer unas croquetas de gorgozola.
Un plato muy completo que puede prepararse en las próximas navidades.
Ingredientes:
-Placas de lasaña
-6-8 filetes de pechuga de pavo
-Una cebolla grande
-Un puerro
-Un trozo grande de calabaza, como de un kilo
-75 g de avellanas tostadas
-Un puñado grande de pasas de corinto (pequeñas, sin pepitas)
-Sal y pimienta
-Queso semicurado rallado al momento
-Aceite de oliva virgen extra
Para la bechamel:
-40-50 g de harina (en esta ocasión he utilizado harina integral de espelta)
-800 ml de leche
-Sal y pimienta
-100 g de queso gorgonzola
-Aceite de oliva virgen extra
Cocinamos las placas de lasaña o las ponemos a hidratar según indiquen las instrucciones del paquete.
Picamos la cebolla y el puerro y los ponemos a cocinar con una pizca de aceite. Añadimos un poco de sal y dejamos que se cocinen en lento.
Pelamos y troceamos la calabaza en cubitos pequeños. Añadimos a la sartén y dejamos cocinar hasta que se ablanden bien las verduras. Cuando ya estén blandas, añadimos las pasas y las avellanas machacadas en trocitos. Mezlcamos bien y reservamos
Salpimentamos los filetes de pavo y los cocinamos a la plancha. Una vez templados, los troceamos muy finamente y añadimos al relleno de verduras y frutos secos.
Preparamos la bechamel como la hagamos habitualmente. Troceamos el queso gorgonzola y lo añadimos para que se disuelva por completo en la salsa. Salpimentamos y reservamos.
Añadimos la mitad de la bechamel al relleno y dejamos templar un poco.
Colocamos placas de lasaña en una fuente de horno engrasada. Ponemos la mitad del relleno y extendemos bien.
Seguidamente ponemos otra capa de placas de lasaña y encima el resto del relleno. Terminamos con otra capa de placas y el resto de bechamel que habíamos reservado.
Rallamos un poco de queso semicurado sobre la superficie. Metemos al horno con calor arriba y abajo hasta que esté bien caliente y la superficie se haya dorado.
Servimos caliente. Pero si sobra, al día siguiente está igualmente rica.
Canciones que descubres por casualidad y que te atrapan.
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