Este fue uno de los aperitivos del día de Nochebuena. Aunque en realidad la cena fue de picoteo porque nos gusta más así.
Hacía tiempo que no preparaba una espuma. La mezcla del sabor a queso y la frescura del mango me ha parecido un acierto. Para los que no les gustaba el mango le puse cebolla caramelizada y también gustó mucho. Queda mejor con el sifón de espumas pero supongo que con unas hojas de gelatina para que cuaje también estará muy rica.
Puede tenerse preparada con antelación así que todo son ventajas.