Un plato de cuchara de los que apetecen en esta época del año. Para hacer esta receta me inspiré en una sopa de patatas y níscalos que vi en El Comidista. Yo le he dado más importancia a la patata y he usado seta shiitake, que es de cultivo y podemos encontrarla todo el año. Además, me encanta su sabor y textura.
Es una receta vegetariana y apta para dietas sin gluten.
-Una patata mediana por persona
-400 g de setas shiitake
-Un litro y medio de caldo de verduras o pollo (podría hacerse también con agua)
-Un puerro
-Una cebolla
-2-3 dientes de ajo
-Un buen puñado de perejil
-Un puñado de frutos secos (yo he puesto una mezcla de frutos secos tostados, sin sal)
-Cúrcuma en polvo
-Sal y pimienta
-Aceite de oliva virgen extra
Limpiar las setas con un papel de cocina húmedo y cortarlas en trozos. Sofreir en una pizca de aceite y reservar.
Triturar una cuarta parte de las setas con un poco del caldo (puede hacerse un caldo de verduras con la parte verde del puerro, un poco de cebolla y una zanahoria). Mezclar con el resto del caldo.
Picar finamente el puerro y la cebolla y poner a pochar en la cazuela donde vayamos a preparar el guiso. Añadir un poco de sal y esperar hasta que las verduras estén blandas.
Pelar y cortar las patatas, chascándolas para que suelten el almidón. Añadir a la cazuela y verter el caldo. Salpimentar y poner también un poco de cúrcuma en polvo.
Dejar cocinar la patata hasta que esté blanda.
Hacer un majado en el mortero con los dientes de ajo pelados, el perejil y los frutos secos. Cuando las patatas estén ya casi listas, añadir las setas reservadas y el majado. Remover y dejar unos cinco minutos.
Servir bien caliente.
Disfrutando de la maravillosa voz de Nina:
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