Los mejllones, además de estar muy ricos en cualquiera de las recetas que cocinamos habitualmente, son una fuente abundante de vitaminas y minerales esenciales. Por eso no podemos dejar de comerlos siempre que podamos. Abiertos al vapor, sin ningún añadido, están buenísimos.
Hoy los vamos a cocinar con una salsa muy sencilla que les da un toque distinto.
Ingredientes:
-Un kilo de mejillones frescos.
-Dos dientes de ajo
-Un poco de perejil
-Una cucharadita de pimentón dulce (puede ser mezcla de dulce y picante)
-Una cucharada de pan rallado
-Un buen chorro de vinagre de manzana
-Aceite de oliva vírgen extra
Primero hay que limpiar bien los mejillones, retirando las barbas. Ponerlos en una cazuela y abrir al vapor tapados. En unos minutos estarán listos. A veces se pone un poco de vino blanco o agua en el fondo de la cazuela de los mejillones, pero no es necesario.
Reservar un poco del líquido que sueltan los mejillones.
Por otro lado, hay que hacer un majado en el mortero con los dientes de ajo y el perejil. Se pone este majado en una sartén con un poco de aceite y se cocina un momento con cuidado de que no se queme el ajo. Se retira la sartén del fuego y se añade el pimentón. Se remueve un poco y se pone entonces, con la sartén de nuevo en el fuego, el pan rallado y el vinagre.
Se deja cocinar el conjunto, añadiendo un poco del líquido de los mejillones si espesa demasiado la salsa. Si se ha añadido ese líquido, probablemente no hará falta sal. Si no, se puede poner un poco si es necesario.
Verter la salsa caliente sobre los mejillones. Aunque en frío también están muy ricos.
Una canción preciosa par escuchar mientras se cocinan o se consumen estos mejillones:
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