Una receta de Juan Llorca muy sorprendente por algunos de sus ingredientes. Son unas galletas que no llevan harina con lo cual son aptas para celíacos. Tampoco llevan azúcar. Su dulzor se consigue añadiendo algunos dátiles.
Y el resto de ingredientes son muy saludables con lo que pueden ser perfectas para desayunos y meriendas, incluso para llevar al trabajo.
-400 g de garbanzos cocidos y lavados
-120 g de dátiles Medjoul o naturales, sin azúcar
-60 g de cacao puro en polvo
-100 g de crema de cacahuete o de otro fruto seco (yo las hice con crema de avellanas)
-8 g de levadura o polvos de hornear
-100 g de chocolate puro cortado en daditos (pueden ponerse gotas de chocolate, pero aseguraos de que no tengan mucho azúcar)
-2 cucharadas de vainilla líquida (yo no le puse)
Quitamos los huesos a los dátiles y los hidratamos en agua hasta que estén blandos. Luego los trituramos junto con un poco del agua hasta conseguir una especie de caramelo.
Ponemos en el vaso de la batidora o robot los garbanzos, el cacao en polvo, la levadura, la crema de cacahuetes o avellanas y el caramelo de dátiles. Si se quiere, añadir también la vainilla.
Triturar bien hasta que estén todos los ingredientes integrados y la masa no sea muy pegajosa.
Añadimos el chocolate puro en dados y mezclamos bien.
Vamos haciendo bolitas y aplastándolas un poco. Colocamos sobre una bandeja de horno con papel vegetal y cocinamos a 180º unos 10-15 minutos. Su textura es blanda, no crujiente.
Comemos cuando se hayan enfriado.
Un clásico de Chucho, lleno de optimismo.
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