En realidad no es una mermelada auténtica sino una especie de compota ligera, sin azúcar, que toma la textura y consistencia de una mermelada al añadir semillas de chia.
Este tipo de mermeladas han de consumirse en una o dos semanas porque no tienen azúcar, que es lo que permite una conservación larga en las mermeladas clásicas. Pero tienen la ventaja de ser más saludables. Son sencillas y rápidas de preparar así que pueden hacerse en cualquier momento.
-8 higos maduros
-2-3 cucharadas de agua
-Una cucharadita de canela de Ceylán
-3 cucharadas de semillas de chia
Pelamos y troceamos un poco los higos. Ponemos en un cazo con las cucharadas de agua y la cucharadita de canela. Pongo canela de Ceylán en lugar de la que venden habitualmente, la Cassia, que es de China, porque puede resultar más tóxica.
Dejamos cocinar hasta que veamos que los higos se van deshaciendo. De todos modos, una vez cocinada (5-7 minutos) trituraremos con la batidora.
Como los higos son bastante dulces si están maduros, no es necesario añadir nada de endulzante, pero eso va en gustos. Yo prefiero no ponerle nada.
Una vez triturada la mermelada, se añaden las semillas de chia y se mezcla bien. Vertemos en un tarro de cristal y dejamos enfriar. Cuando esté fría, habrá adquirido consistencia de mermelada gracias a las semillas de chia y podremos utilizarla para nuestros desayunos o meriendas, incluso para acompañamiento de carnes.
Esta semana estoy disfrutando del primer disco en solitario de Eva Ryjlen, después de la disolución de su grupo anterior Idealipsticks.
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