Los croke cake son unos pasteles de pan de molde gratinados que admiten todo tipo de rellenos. Los he conocido a través del blog Webos fritos.
Ésta es la primera vez que lo probamos, en una versión propia que enriquece la bechamel con espinacas. Pero probaremos otras combinaciones seguro.
-8 ó 10 rebanadas de pan de molde sin corteza
-3-6 lonchas de jamón de york
-150 gr de queso rallado curado
-100 gr de espinacas frescas
-50 gr de harina
-50 gr de aceite de oliva (o mantequilla si se prefiere)
-500 ml de leche
-Sal y pimienta
Precalienta el horno a 180º.
Primero salteamos las espinacas cortadas pequeñas en una pizca de aceite. Cuando hayan reducido las reservamos.
Preparamos una bechamel con el aceite o la mantequilla, la harina y la leche. Movemos bien para que no queden grumos. Cuando haya espesado añadimos sal y pimienta, las espinacas y el queso rallado (reservando un poco para el gratinado final).
Si el molde que vamos a utilizar es desmontable, no tendremos problema. Si no es así, ayuda mucho poner unas tiras cruzadas de papel para horno porque será más fácil extraer el croke cake una vez cocinado.
Se van colocando unas rebanadas de pan de molde hasta cubrir el fondo. Si es necesario, se recortan. Luego se ponen lonchas de jamón de york y sobre ellas un poco de la bechamel de espinacas. Se repiten las capas en ese mismo orden, terminando con bechamel.
Al final se pone un poco de queso rallado por encima y se hornea unos 25 minutos. Se deja reposar 10 o 15 minutos antes de desmoldar. Mejor que esté un poco templado al hacerlo para que la bechamel esté más sólida y se corte mejor.
"Si quieres verme vas a tener que explorar esos desiertos que no puedo abandonar..." Otra colaboración muy afortunada:
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